31 de agosto, día del Negro y la cultura afrocostarricense

El día de la cultura afrodescendiente

 

Por Daniela Jiménez 

 

Nací negra, y no es motivo de vergüenza ni de humillación porque en mis
venas corre cultura, está presente la valentía, la fuerza y la pasión. Nací negra y
algunos se quisieron aprovechar de ello, con sus pensamientos de elevación, me
sometieron a tal punto de que mis manos ya no eran mías, de que mis pies ahora
poseían grandes y pesadas cadenas que detenían mis pasos. Y en mi espalda
estaban impregnados los látigos, los azotes, pero mi fuerza interior era mayor.

 

Hoy conmemoramos al afrodescendiente porque llegó a este y a muchos
continentes y supieron luchar y no rendirse hasta alcanzar sus objetivos logrando
así parte de la libertad. Porque aún hoy en pleno siglo XXI hay quienes miran
extraño a las personas por su color de piel, sintiéndose superior, llegando a
marginar y discriminar.

 

Hoy hace 15 años un 31 de agosto iniciamos con esta conmemoración, para
recordar nuestras raíces para valorar el aporte cultural, político y económico que
hemos tenido con la cultura afrodescendiente. Pero, ¿Por qué un 31 de agosto?
El 31 de agosto de 1920, se llevó a cabo la “Primera Convención
Internacional sobre la Situación de los Negros” consiguiendo “Declaración sobre los
Derechos de los Negros”. En Costa Rica durante el gobierno de Rodrigo Carazo, un
31 de agosto por primera vez se celebra “El día del Negro”, lo que hoy se conoce
como “Día del Negro y la Cultura Afrocostarricense”.

 

Hablar de afrodescendientes no es solo cultura, comida o vestimenta, es
hablar de grandes escritores como Cristian Barrett y Quince Duncan cantantes

como Tipí Rogers, atletas como Nery Brenes y Sharolyn Scott, y no olvidemos a
Ricardo Rodríguez pintor costarricense, y a la vicepresidenta de la república Epsy
Campbell Barr todos ellos y muchos más que cada día se esfuerzan para dejar el
nombre de nuestro país en alto y no se avergüenzan de sus raíces.

 

Actualmente Costa Rica cuenta con un 7,9% de población afrodescendiente,
de la cual un 32% se encuentra en el valle central y apenas un 15% en Limón, el
resto se encuentra dividido a lo largo del territorio costarricense.

 

En Costa Rica existe un problema grave de invisibilización, vemos a Limón
como un país distinto y al afrocaribeño como un extraño, Limón un país al cual no
podemos llegar, olvidamos lo bello que es y lo hermosa que es su gente.

 

Como dijo el músico Manuel Monestel, “Costa Rica sería un país muy
diferente sin el aporte afrocaribeño: menos colorido, menos alegre, tal vez un poco
más aburrido”

 

Muchas gracias